Después del ascenso del quinto sol (All Suns’ Dawn) en Mirrodin, hubo un período de confusión y terror. Para los elfos el mundo había cambiado irrevocablemente, sus líderes habían desaparecido y el corazón de su civilización, Tel-Jilad, el Árbol de los Cuentos (Tree of Tales), era ahora una pira de cenizas. Como resultado, los elfos se refugiaron en trincheras naturales dentro de los enormes árboles de la maraña, presas del miedo y la confusión, comenzaron a volverse unos contra otros, culpándose por su difícil situación, mientras esperaban por la siguiente tragedia.
Repentinamente surgió un líder. Un joven elfo llamado Ezuri (Ezuri, renegade leader) comenzó a unificar a los viridianos, los instó a dejar de esconderse en las grietas como alimañas, los organizó y les dio un propósito en común … sobrevivir.
Antes de la invasión phyrexiana Ezuri era poco más que un bandido y fue uno de los primeros mirrodianos en descubrir lo que estaba sucediendo en su plano. Debido a su pasado criminal, los vedalken ofrecieron por su cabeza la mayor recompensa otorgada hasta el momento. Poco a poco fortaleció a los elfos viridianos, estableció refugios seguros para su pueblo y sobrevivientes de las tribus Auriok, Sylvok y Vulshok, comandando un movimiento de resistencia contra los phyrexianos.
Su liderazgo demostró ser crucial en los primeros días de la invasión. Mientras que los Sylvok fueron asimilados y casi exterminados, Ezuri pudo salvar mucha de su gente, ocultándolos en sus refugios seguros en las copas de los árboles. Contactó a otros sobrevivientes y los organizó en una coalición para hacer frente a las pesadillas de carne y metal. La esperanza pendía de un hilo, pero Ezuri se negaba a dejarla morir. El líder élfico tomó por credo la destrucción de los antinaturales artefactos para restaurar la superioridad del bosque.
Cuando Elspeth (Elspeth Tirel), Koth (Koth of the hammer) y Venser (Venser, the Sojourner) cruzaron sus caminos con Ezuri, mientras buscaban al creador de Mirrodin, el golem de plata Karn (Karn, Silver Golem) , algo había cambiado en el interior de Ezuri. En lugar de ayudar a los caminantes de planos a encontrar a Karn, Ezuri intentó frustrar sus planes, revelando que la invasión phyrexiana lo había beneficiado enormemente, catapultándolo a una posición de liderazgo a la que no estaba dispuesto a renunciar. Las destrezas de Elspeth y Venser fueron suficiente para hacer retroceder al elfo y sus seguidores.
El trío, acompañados por Melira (Melira, Sylvok Outcast), una sylvok con la capacidad de curar la piresis (Phyresis) y proteger contra el aceite phyrexiano, finalmente encontró el campamento rebelde. Ezuri convocó un consejo donde, con la esperanza de ganar más influencia, invitó a Melira a quedarse mientras les decía sutilmente a sus compañeros que siguieran su camino. Melira declinó la oferta decidida a alcanzar el núcleo de Mirrodin con la intención de encontrar a Karn (Corrupted Conscience). Poco después de abandonar la base rebelde, el campamento fue atacado por los Pirexianos de Tezzeret (Tezzeret, Agent of Bolas).
A pesar de preferir la muerte a la derrota, Ezuri fue capturado y completado por el motor del progreso, el Magistrado phyrexiano alineado al azul, Jin-Gitaxias (Jin-Gitaxias, Core Augur). Después de un proceso insoportablemente doloroso de transformación (Synthetic Destiny), Ezuri fue convertido en la “Garra del Progreso” (Ezuri, Claw of Progress) un agente a la voluntad de Nueva Phyrexia, ahora buscando extender el don de la perfección a sus antiguos aliados.
Aquellos que no se sometan serán consumidos
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