Magic, es un juego diferente. Aquellos que hemos sido cautivados por él, lo entendemos a la perfección. Ya sea jugando competitivo en todos sus variados formatos, o disfrutando de una buena partida casual. Magic tiene ese “no se que”, que logra apelar a nuestras emociones más primitivas. No es extraño ver respuestas como rabia, ira, angustia, alegría y pena en torneos nacionales, FNM, o en la junta típica nocturna en la casa del amigo.
El juego logra sacar eso tan propio del ser humano, pero a la vez, tan reprimido por nuestra sociedad. Es por ello, que es importante hacernos cargo de estas emociones (claramente, es imposible desligarse de mi formación profesional). En esta columna, quiero apelar a ello, por un lado recordar aquellas emociones inherentes al “casteo” y uso de una carta; quiero lograr meterme en sus mentes y emociones para finalmente llevarlos a evocar ese recuerdo tan propio y emotivo, que vuelve jugadas, momentos y mesas memorables.
Ahora bien, Commander es vida. Tu, quien lees esto lo tienes claro. La construcción de un mazo; la elección y búsqueda de una nueva leyenda; Las jugadas que tienes en tu cabeza al momento de idear el tema; la forma en que analizas los mazos de tus amigos y como hacerles frentes; La espera por los spoilers de nuevas ediciones que puedan aportar a tus mazos (o crear nuevos). Todo esto conlleva un juego de emociones, que finalmente explotan y emergen al momento de sentarte en la mesa y jugar tu Commander por primera vez. ¿Lo recuerdan? aquella sensación única, propia, pero por sobre todo necesaria en este formato… ¿No seria una lástima que todo ello se vea truncado por una carta?, ¿no sería una lástima que esa carta apareciera en cada juego?… ¿no sería una lastima que esa carta existiera?
A través de la historia de Magic, estas cartas han existido. En cada formato, en cada torneo, en cada momento en que un mazo es construido. Cartas que han marcado épocas, momentos, victorias y más de algún llanto de frustración. Cartas como Counterspell, Stoneforge Mystic, Umezawa’s jitte, Sensei’s Divining Top, Tarmogoyf, Delver of Secrets, Skullclamp, han visto juego de forma repetitiva, una y otra vez en torneos -muchas de ellas, terminando baneadas en función de su excesivo uso- En commander no es diferente, muchas de las cartas antes mencionadas son usadas en nuestros mazos, muchas de ellas logran despertar aquellas emociones que les refería anteriormente. Sin embargo, solo pocas realmente pueden ser catalogadas como fuentes de temor, miedo, angustia… solo pocas pueden llevarnos a pensar que el fin de acerca.
Hoy debo partir con una elección muy personal. Muchas de las elecciones de cartas, nacen de la experiencia de enfrentarme a ellas o usarlas personalmente.
Corría el año 1999, el año antes del Y2K (todos con miedo al cambio de milenio, no se si recuerdan ese miedo estúpido a que los computadores morirían por la incapacidad de generar el 2000), ese año estábamos en presencia de una de las sagas más brutales de Magic. En octubre del 1998 se lanzaba la Saga de Urza, en febrero de 1999, era el turno del Legado y finalmente en mayo de 1999 se cerraría el ciclo, con Destino de Urza. (En lo personal, una de las mejores ediciones de Magic hasta la fecha).
En Destino de Urza vimos muchas cartas buenas, sin embargo nadie podría atesorar el potencial que llegaría a tener una de ellas. En un color que la verdad, no inspira gran temor, con un arte simple, un nombre que inspiraba respeto (Si te lo encontrabas en la calle, claramente tendrías cuidado de tus palabras y conducta. Era la carta con numeración 1, entre las 143 que constituían la edición. ¿Logran adivinar a cuál me refiero?
La primera vez (y todas las siguientes) que vi su potencial, fue en un mazo Karador, Ghost Chieftain. Turno 3 si más no recuerdo, con solo 4 cmc, nos encontrabamos en la mesa, con un terror en color blanco. Ahora bien, no se si ustedes conocen los mazos Karador. Karador esta hecho para el “combo”, todas sus cartas, estás incluidas y pensadas detenidamente para ello. Es una maquina perfecta de uso de cementerio, criaturas y dolor… por sobre todo dolor, y en este mazo, hay una criatura que supera todo limite. Una criatura que refleja lo más terrible que pueda suceder en commander, Una criatura terrible, que al solo mencionar su nombre, despierta ese odio inherente en nuestro código genético.
Ilustrada por Heather Hudson, creadora de ilustraciones de cartas tan memorables como Pongify, Kodama’s Reach, Joiner Adept, entre otras. Tuvo la responsabilidad de reflejar en cartón, el poderío inconmensurable de una carta tan brutal.
Vestida de una túnica blanca con ribetes azules, mano izquierda alzada, sosteniendo unos anteojos circulares con marco de algún metal como el cobre. Su mirada de experiencia en un rostro desgastado por el tiempo; el pelo cano con trenzas que rodean su nuca, y una sonrisa levemente arqueada -semejanza muy peculiar con la misteriosa Gioconda o mona lisa-. Tras de ella unos libros antiguos, unas columnas blancas y unas palmeras propias de una isla. Sostiene frente a ella, un libro más grande de tonalidades café, que dan a entender lo antiguo y lleno de conocimiento del mismo. ¿Una terrible imagen no?
La verdad no, quizás esa era la idea, quizás Heather tenia en mente encubrir al monstruo que había creado. A veces pienso, que Heather tenía una bola de cristal, que podía ver el futuro, que había visto en sus sueños los juegos y mesas de commander del futuro. Ya sea por acto de profecía, por maldad o simplemente por un acto fortuito, Heather había ilustrado una bestia.
¿Son capaces ya de adivinar la carta?, serviría que les dijera que es un Clérigo, que es una 1/2 y que su sonrisa diabólica atormenta cada una de mis noches…
Así es estimados lectores, no hay terror más grande, que aquello que no puedes detener; más aún cuando viene en forma de un dulce pero poderoso Dirigente Educacional. El o la (la verdad no queda muy claro en la ilustración) Academy Rector, es una de las cartas más terribles de este formato. Aquellos que han tenido la oportunidad de jugar contra él, lo tienen más que claro. En ocaciones (demasiadas para ser sinceros) su entrada al juego, es seguida de la frase ¿Ganaste?… Leyeron bien, o mejor dicho, recordaron bien… Esta bestia 1/2, este monstruo escondido entre libros y sonrisas sencillas, es el primero de nuestros miedos. La punta de este iceberg que hoy comenzamos con estas columnas.
Recuerden, el/ella siempre está ahí, aguardando, esperando, mirando con ojos de compasión y la sonrisa misteriosa, porque sabes lo que viene, porque no hay temor más grande, que aquello que esconde en bondad, el terror de la noche.
¿Estás de acuerdo con esto?,
Te invito a que nos puedas comentar tu experiencia jugando con o en contra de esta bestia.
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