Buenos dias Comandantes a otro artículo sobre el Lore de Nueva Phyrexia.
Aqui estan los dos artículos anteriores que hemos hecho sobre como resurgió Phyrexia luego de su derrota en la antiguedad (me disculpo por no haber hecho más rápido esta serie de Lore). Este seria el tercer y último artículo para completar la historia.
Este Lore de Nueva Phyrexia fue escrito en la novela The Quest for Karn, así como en varios artículos, comics e historias cortas en la pagina de Wizards.
El mundo del enemigo
Koth of the Hammer había reunido un equipo para la misión de encontrar una manera de darle un giro a la guerra en Mirrodin, ya que Phyrexia parecía imparable. Venser, the Sojourner, aunque no le gustó la manera como lo llevaron, decidió seguir con la misisón, para así poder reencontrarse con Karn -el creador de Mirrodin- a quien no veía desde hace muchos años. Mientras tanto, Elspeth Tirel, quien aún buscaba un lugar para asentarse, sentía que la destrucción de Bant en Alara había sido su culpa, por lo que que debía ayudar a Koth en su lucha contra Phyrexia como su expiación.
Los tres planeswalkers llegaron a Mirrodin cerca del pantano del Mephidross, para encontrarse con un informante de Koth, pero encontraron que el pantano había crecido mas de lo esperado, y fueron emboscados por sus habitantes (Contagious Nim)
Los tres walkers pelearon contra las hordas de zombies que salían del pantano, y aunque lograron ganar, el estar tan cerca de horrores phyrexianos, hizo que Elspeth recordara su pasado con esos monstruos, y le dijo a sus compañeros que no podía continuar, yéndose en la dirección opuesta.
Sin otra opción, Venser y Koth dejaron ir a Elspeth, pero sin la experiencia de la guerrera, ambos cayeron en otra emboscada, y un enorme cosechador phyrexiano (Corrupted Harvester) los capturó y arrastró hasta su guarida.
Elspeth mientras tanto encontró al contacto de Koth, una chaman Vulshok (Vulshok Sorcerer), quien la ayudó, pero al mismo tiempo le reclamó su cobardía por escapar. Elspeth le dijo que ella conocía mejor a Phyrexia y que escapar era la única opción; pero la chaman le respondió que si eso fuera cierto, ella no estaría aquí en primer lugar.
Inspirada por esas palabras, Elspeth regresó por Koth y Venser.
Koth y Venser fueron llevados hasta los calabozos de Ish Sah (Spine of Ish Sah). Allí ambos despertaron atados a una mesa de laboratorio, y tratando de escapar, Koth atrae la atención de los guardias. Afortunadamente, la conmoción alertó también a Elspeth de su posición, y entre los tres lograron vencer a sus captores.
Melira
El trio de planeswalkers continuó luchando mientras se dirigía hacia la salida, pero la mala suerte quiso que se encontraran con un enorme ejercito Phyrexiano que salía del centro de Mirrodin a luchar en la superficie. Antes de que fuesen nuevamente capturados, un Myr llamo su atención hacia corredores secretos, los cuales usaron para escapar.
Los pasajes los llevaron a la cámara de Geth (Geth, Lord of the Vault), a quien decidieron seguir en secreto, mientras se dirigía al núcleo de Mirrodin; llegaron a una cámara industrial repleta de enemigos, y no tuvieron otro remedio que dejar de seguir a Geth y huir por un ducto lateral.
En medio del escape, encontraron a alguien inesperado. Una partida de exploradores de la resistencia de Mirrodin, y a su lider Ezuri (Ezuri, Renegade Leader). Los exploradores estaban investigando la información sobre Karn, el supuesto lider de Phyrexia, quien se decía estaba en el centro de Mirrodin.
Al oír esto, Venser sugirió que ambos equipos cooperaran para encontrar a Karn, pero Ezuri se opuso a la idea, ya que era muy grande el riesgo y él no quería perder todo lo conseguido hasta ahora. La discusión continuó, y hubiera llega a una pelea, pero Elspeth y Venser intimidaron a los seguidores de Ezuri y los obligaron a retroceder.
Los planeswalkers continuaron su viaje, pero al poco tiempo encontraron a Tezzeret (Tezzeret, Agent of Bolas) quien los estaba esperando, y reveló que fue él quien envió al Myr para guiarlos por este camino.
Tezzeret había decidido ayudarlos, ya que era de interés de todos que el liderazgo de phyrexia se mantuviera fragmentado, y si Karn desaparecía, crearía una guerra entre los mismos phyrexianos.
Siguiendo las indicaciones de Tezzeret, el grupo arribó a una sala de experimentos. Al observar lo que sucedía allí, Elspeth atacó furiosamente a los phyrexianos y los destruyó rápidamente. Cuando la pelea terminó, encontraron que había alguien más en la habitación, una niña humana, Melira, quien no tenia ningun metal en su cuerpo, ya que era inmune a los efectos de la infección phyrexiana (Phyresis).
Melira había sido capturada cuando Phyrexia conquistó los bosques donde viví, e inmediatamente notaron su capacidad de resistir la phyresis, y por tanto la imposibilidad de ser convertida a Phyrexia. Es por ello que decidieron apresarla y experimentar con ella.
La Resistencia
Al oír la historia de Melira, Elspeth juró protegerla; también hubo un cambio de planes: Melira era muy importante, y seguir hacia el núcleo la pondría en peligro innecesario, por lo que decidieron regresar. Específicamente se dirigieron hacia el Estrato de la Fundición, el dominio del magistrado Urabrask (Urabrask the Hidden), en ese lugar Urabrask no permitía el acceso a otras facciones de Phyrexia, e ignoraba a los refugiados de Mirrodin, siempre que estos no causaran problemas.
Por esa razón, en este lugar se habían formado varios campamentos secretos de refugiados, y era una de las bases mas importantes de la resistencia de Mirrodin.
Aún así su escape no fue tranquilo, ya que una armada de Phyrexianos había sido enviada a destruir a los intrusos. Pero Elspeth tenia ahora un nuevo propósito en proteger a Melira, y sin pensarlo se lanzo contra el enemigo; masacrando a todo aquel que se encontrara al alcance de su espada.
Luego de la batalla, los planeswalkers lograron llegar a un campamento de refugiados, que por casualidad, era dirigido por Ezuri. Aunque su primer encuentro no fue en los mejores términos, este recibió a el grupo y les permitió alojarse en el campamento momentáneamente.
Al poco tiempo de su estadía, se descubrió que Melira no solo era inmune a la infección Phyrexiana, sino que podía curarla; por lo que ella y Elspeth pasaron los siguientes días sanando a los refugiados infectados del campamento.
Luego de que todos en el campamento fueron curados, se convocó a un concejo, donde Ezuri invitó a Melira a quedarse permanentemente, y donde sutilmente sugirió a sus compañeros que se fueran. Elspeth, Venser y Koth se dieron cuenta entonces de lo que sucedía en realidad: Con la llegada de Phyrexia, Ezuri había sido elevado a una posición de poder, y en cierto punto comenzó a importarle más el poder que la victoria de la resistencia, queriendo usar a Melira y sus poderes para ganar más influencia.
Si desean saber mas de Ezuri, pueden leer su historia aqui
Melira rechazo la propuesta, decidiendo ir con Elspeth a liberar a Karn en el centro de Mirrodin. Una discusión comenzó, pero no llego a nada, ya que los Phyrexianos lanzaron un ataque sobre el campamento.
La busqueda de Karn
Koth, Elspeth, Venser y Melira lograron escapar del campamento y del ataque, y sin dejar pasar mucho tiempo se embarcaron hacia el centro de Mirrodin. Pero al poco tiempo se encontraron con una construcción mecánica, quien dijo que estaba ahí para guiarlos y que había sido enviada por Karn, quien en uno de sus pocos momentos de lucidez supo de su misión y ofrecía su ayuda.
Sugiendo al guia, comenzaron su viaje a través de cavernas y cámaras secretas, y aunque era un viaje lento, se evitaban a las patrullas de Phyrexia. En una de esa cámaras, se encontraron con dos ángeles Phyrexianos, y comenzó una pelea para evitar que dieran la alarma.
Durante la pelea, Koth quien se sentia frustrado por la falta de progreso, tomo a Melira y huyó de la lucha con la intensión de terminar la búsqueda de Karn lo más rápido posible. Elspeth y Venser, tuvieron que destruir a los ángeles y comenzar a perseguir a Koth; pero no llegaron lejos, ya que fueron emboscados por otros Phyrexianos y tomados prisioneros.
Venser y Elspeth fueron arrojados a una celda, y fue enviada la información a los lideres de Phyrexia sobre los planeswalkers que intentaban llegar hasta Karn. Pero antes que llegaran los ejércitos de Phyrexia, Koth se dio cuenta de lo estúpida que fue su decisión, regresó y liberó a los prisioneros.
Luego de una tensa reunión, los planeswalkers apresuraron el paso, ya que se encontraban cerca del núcleo y los refuerzos de Phyrexia se acercaban. Sin embargo, estando muy cerca de las cámaras de Karn, Venser desfalleció, y esto obligó a sus compañeros a detenerse. En ese momento se dieron cuenta que Venser había sido herido en algunas de las batallas, y fueinfectado con algún veneno phyrexiano. A pesar de haber mantenido los síntomas a raya, la infección ya había avanzado demasiado.
Koth, Elspeth y Melira esperaron a que Venser recuperara fuerzas, pero al poco tiempo oyeron las fuerzas de Phyrexia que se acercaban. Pensado rápido, Venser improvisó una bomba y colapsó parte del tunel para ganar algo de tiempo; luego urgió a sus compañeros a proseguir ya que Karn estaba muy cerca.
Pero solo unos minutos mas tarde fueron emboscados por fuerzas phyrexianas dirigidas por Glissa (Glissa, the Traitor), y momentos después apareció otro ejercito dirigido por Tezzeret, quienes atacaron a las fuerzas de Glissa, por el derecho a llevarse a los intrusos.
Gracias a la intervención de Tezzeret, Venser y los demás lograron llegar sin interrupciones a la cámara donde estaba Karn. Allí encontraron al golem en muy mal estado, por causa de la infección de Phyrexia.
Melira comenzó inmediatamente a purificar la infección del cuerpo de Karn, pero se encontró con un gran problema. Aunque ya había purificado la infección del cuerpo de Karn, su corazón también estaba infectado, y ella no lograba purificarlo. Sintiendo que ya estaba cerca de morir, Venser usó lo que quedaba de su maná, para transferir su vida y chispa a Karn, y así ayudar a Melira a purificar el corazón del golem.
Venser hizo el sacrificio final para salvar el multiverso.
Consequencias
Finalmente libre de la influencia de Phyrexia, Karn se liberó de las cadenas que lo ataban al trono de Phyrexia, y tomó unos momentos para llorar la muerte de su amigo Venser. Pronto las fuerzas de Phyrexia llegaron al trono, y Karn fue a darles pelea, indicando que “aún hay mucho trabajo por delante”.
Karn ayudó a escapar a Elspeth, Melira y a Koth del núcleo de Mirrodin, y entre todos ayudaron a la resistencia a ganar terreno contra Phyrexia. Mientras Melira se encargaba de curar a los infectados, los demás lideraban la lucha, y por un tiempo la guerra se inclinó en su favor.
Al mismo tiempo, la magistrado Elesh Norn (Elesh Norn, Grand Cenobite) se dedicó investigar como la Resistencia había encontrado la ubicación de Karn, y luego de un tiempo surgió la evidencia que habia sido la magistrado Sheoldred (Sheoldred, Whispering One) quien había dado la información a la resistencia, todo parte de la ambición por obtener más poder en la jerarquía de Phyrexia.
Sin dudarlo Elesh Norn dirigió a sus ejércitos contra los ejércitos y fortalezas de Sheoldred; lo que sucedió después no se sabe con exactitud, pero sí se sabe que Elesh Norn se hizo al control de las fuerzas de Sheoldred. En cuanto a la magistrado, no sabemos explicitamente si está prisionera, o fue ejecutada.
Mientras tanto, los espías del magistrado Jin-Gitaxias (Jin-Gitaxias, Core Augur) encontraron evidencia sobre como Urabrask dejaba a la resistencia operar en sus dominios, e inmediatamente las fuerzas de él y Elesh Norn atacaron en represalía. Las fuerzas de Urabrask fueron diezmadas, y el remanente fue absorbido por las fuerzas de Elesh Norn. La Resistencia por su parte fue obligada a abandonar sus refugios, y huir hacia las montañas en la superficie del planeta. El destino de Urabrask es desconocido hasta el día de hoy.
En este momento Karn se dio cuenta que la guerra no seria ganada solo con los poderes de Mirrodin, y salió al multiverso a buscar ayuda; pero antes dejó una señal para que cualquier planeswalker que llegara a MIrrodin supiera del peligro de Phyrexia.
Nueva Phyrexia
Mientras Karn buscaba ayuda, Koth y Elspeth se encargaron de dirigir la lucha, pero sin importar cuanto se esforzaran, Phyrexia avanzaba cada día más y más.
Un día se enteraron que habría una reunión de todos los lideres de Phyrexia para coronar a Elesh Norn como la nueva Madre de las Máquinas, la líder suprema de Phyrexia. Un plan fue hecho rápidamente para detonar una poderosa bomba debajo del sitio de reunión, y así destruir todo liderazgo del enemigo en un mismo sitio.
Elspeth y Koth llevaron una fuerza para atacar, pero todo comenzó salir mal justo cuando estaban a punto de llegar a su destino. Miles de Phyrexianos salieron de debajo de la tierra y los emboscaron, y sin importar cuantos destruían, otro ocupaba su lugar, mientras que las fuerzas de la resistencia disminuían cada segundo.
Al final solo Elspeth y Koth lograron llegar al punto donde se detonaría la bomba, pero se encontraban rodeados de un enorme ejercito enemigo.
Elspeth habia sido gravemente herida por una bestia phyrexiana, asi que solo quedaba Koth para defenderse. No viendo otra opción Koth uso sus poderes para atrapar a Elspeth un domo de roca y obligarla a saltar a otro plano, y cuando lo hizo, Koth detonó la bomba.
Si quieren saber que pasó con Elspeth luego de esto pueden leerlo aqui
Una amenaza para el multiverso ha regresado.
Luego de que el plan para destruir a los lideres de Phyrexia fallara, la resistencia se desmoronó, ahora solo eran campamentos dispersos con poca comunicación entre si, y aunque siguen luchando, saben que no tienen posibilidades de grandes victorias contra Phyrexia.
Mientras tanto, el viaje de Karn en busca de ayuda lo llevo a Dominaria, donde comenzó a excavar antiguas ruinas para encontrar un artefacto perteneciente a Urza: el Sylex.
No se sabe exactamente si es el Golgothian Sylex que Urza usó para vaporizar una cadena de islas y enviar a Dominaria a la Edad de Hielo, o si son copias que este hizo mas tarde; pero Karn considera que este artefacto es necesario para detener a Phyrexia.
Pero antes que pudiese terminar su busqueda, Karn fue involucrado en las maquinaciones de Nicol Bolas y terminó peleando en Ravnica durante la Guerra de la Chispa. A pesar de su prisa por regresar a Mirrodin, ayudo al Gatewatch contra los ejércitos del dragón. Y al finalizar la guerra y la celebración de victoria, Karn se reunio con Teferi y Ajani para informarles de los eventos que había sucedido en Mirrodin y del regreso de Phyrexia.
Sin que Karn u otro de los planeswalkers en Mirrodin lo supieran, Tezzeret abandonó el plano y fue en otra misión enviada por Nicol Bolas. Esta vez debía conseguir la tecnología del Puente entre Planos (Planar Bridge) que se desarrollaba en el plano de Kaladesh.
Al final Tezzeret logró hacerse con la tecnología para el único portal entre planos funcional que existe (y que se tenga noticias), y la utilizó para traer los ejercitos zombies de Nicol Bolas a Ravnica durante la Guerra de la Chispa. Luego de la guerra, Tezzeret logro huir junto con la tecnología.
Un cazador en Kaldheim
Un tiempo después en el plano de Kaldheim, un portal se abrió por un segundo y un esqueleto metálico fue expulsado de él. Animales curiosos se acercaron, y al tocar el esqueleto su carne fue absorbida por el esqueleto quien la usó para regenerarse.
El esqueleto era del magistrado Vorinclex Vorinclex, Monstrous Raider quien en el proceso de llegar a Kaldheim habia perdido todos sus componentes orgánicos (un efecto del viaje entre planos sin protección).
El hecho que Vorinclex llegara a Kaldheim significa que Phyrexia de alguna manera se hizo con la tecnología para viajar entre planos, ya sea por invesión propia, o porque Tezzeret la compartió.
Vorinclex mientras tanto usó el aceite que corría por sus venas (Glistening Oil) para crear nuevos Phyrexianos infectando a los animales del bosque, y un día emboscó al planeswalker Tibalt (Tibalt, Rakish Instigator), quien acababa de arribar al plano.
Vorinclex le insertó una semilla phyrexiana, y le indicó que si quería vivir debía ayudarlo causando caos y destrucción en los reinos. Por suerte (o no) Tibalt pensaba hacer eso de todas maneras.
Mientras Tibal comenzaba a poner en marcha los eventos del Doomskar (un choque apocalíptico entre los nueve reinos de Kaldheim), y Vorinclex seguía aumentando sus fuerzas; alguien desconocido colocó una recompensa bastante grande para destruir un monstruo que estaba causando problemas en el plano de Kaldheim, y la planeswalker Kaya (Kaya the Inexorable) aceptó el contrato.
Kaya llegó a Kaldheim, y unió fuerza con Inga Ojosrúnicos (Inga Rune-Eyes) y su grupo de cazadores que se dirigían a destruir la criatura. Luego de varios días de rastrearla por los bosques y destruir a varios mosntruos más pequeños, encontraron a Vorinclex.
Los cazadores pelearon valientemente, pero luego de un tiempo se dieron cuenta que el montruo los superaba definitivamente, y cuando parecía que era el final, uno de los compañeros de Inga reveló que en realidad era Alrund, Dios del Cosmos (Alrund, God of the Cosmos).
Alrund habia observado a Vorinclex por un tiempo, pero no podía comprender su naturaleza, así que se unió al grupo de cazadores para destruirlo. Pero cuando el monstruo gano la ventaja, Alrund se reveló a si mismo, y uso magia para proteger a Kaya y los cazadores, y repelió a Vorinclex, quien huyo hacia otro reino de Kaldheim.
Luego de recuperarse de sus heridas, Kaya siguió con la persecución de Vorinclex, pero en ese momento las maquinaciones de Tibalt llegaron a un punto crítico y Kaya se vio envuelta en ellas , y tuvo que pelear para salvar el plano.
Solo hasta el final, luego de que se evitara la devastación del Doomskar, se supo el paradero de Vorinclex.
Vorinclex habia encontrado y asaltado el santuario de la diosa Esika (Esika, God of the Tree), dejando a la diosa al borde de la muerte, y reveló que su misión siempre había sido buscar y obtener una muestra del Elixir del Cosmos, la fuente de la divinidad de los dioses de Kaldheim, y que solo Esika sabia como crear.
La moribunda Esika lo vio todo. Una vez Vorinclex obtuvo la muestra, dio una señal de que la misión fue completada, inmediatamente un portal se abrio en el santuario, y una voz se oyó desde el otro lado del portal.
“Bienvenido de vuelta Vorinclex. Estamos un paso más cerca de la perfección.”