Bienvenidos de nuevo al Laboratorio, mientras seguimos experimentando con el próximo Commander, presentamos un nueva conversación a partir de experiencias de juego
El primer Deck commander que construí fue Thada Adel, Adquisitor. La intención era usar un commander de coste bajo, que me permitiera usar los recursos de los oponentes, a la vez que potenciaba mi acceso a algunos de los hechizos mas poderosos, singulares y altos en coste que te da el color Azul.
Solo Cosas Sanas
Para la ultima fecha de Commander de la Liga en que participio, decidí reanimarla y volverla a probar.
La experiencia: Thada Smash!!!
En la segunda mesa de la noche, mis oponentes son: The Locust God, Sigarda, Host of Herons y Estrid, the masked.
El juego comienza, y mis oponentes no ofrecen resistencia a una Thada jugada en el tercer turno. Para el cuarto turno ya tengo un Sol Ring ajeno, y casteo un Bribery. (mini juego: a quien creen que se lo lanzo?)
Elijo lanzadlo al deck de Sigarda. Mi lógica es que presenta la mejor posibilidad de tener una criatura que tenga impacto inmediato y sea una amenaza relevante por si misma, mi apuesta era por encontrar algo como Vorinclex, Voice of Hunger o Avacyn, Angel of Hope.
Esto es lo que encontré:
Lanzo un carcajada maligna y elijo Blanco, efectivamente bloqueando dos mis oponentes.
Para mi sexto turno bajo un: Mind’s Dilation
Para mi séptimo turno esta es mi mesa: 3 Sol Ring, un Rhystic Study, un Caged Sun, un Mind’s Dilation duplicado con un Estrid’s Invocation, además de un Psychosis Crawler
Mi séptimo turno fue horrible en termino de juego, mi mente se bloqueó y realice varias jugadas deficientes. Luego de respirar y planificar un poco la situaciones, en mi Octavo Turno genero un extra turno, para que el juego termine con la combinación de un Blue Sun’s Zenith por 14, que dispara a mis 6 Psychosis Crawlers, que habian sido producido por medio de un Rite of Replication, para generar 84 puntos de daño para cada oponente.
Luego del obligatorio baile de la victoria, Thada fue puesta nuevamente en criogenia, y no volverá a mostrar sus rápidas manos roba Sol Ring hasta una futura temporada. En el camino a su cajita de descanso, Thada fue despedida por la mirada de odio de mis oponentes.
La partida y la conversacion
Ahora, lo vivido en esa partida, seguramente todos los hemos experimentado, de un lado y otro: El posicionamiento en control casi absoluto de uno de los jugadores por sobre la mesa, transformándose el juego en una versión inesperada de Archenemy, donde 3 jugadores observan como su derrota casi segura viene en camino desde las mano de un oponente superpoderoso.
En este punto, creo que lo primero para desarrollar la conversación, en esa línea, es entender que estas situaciones son parte del juego, y que no podremos eliminarlas totalmente de nuestras mesas, tal cual cuando nos toca hacer mulligan hasta 4 o sufrimos un Mana Screw o Mana Flood, vivir una partida donde alguien nos pasa por encima es parte del juego, pero si podemos discutir que experiencia de juego queremos buscar, y ver que es lo que queremos promover en nuestras comunidades de commander.
En ese sentido, me parece importante observar lo que dentro de una mesa de commander es “una experiencia deseable”. Obviamente el juego es competitivo, y el objetivo de todos los participantes es ganar; pero parte importante del juego es el proceso de interacción y evaluación de los escenarios: la toma de decisiones, la respuesta a las estrategias de los oponentes, los juego mentales y capacidad de decidir en que momento es mejor jugar o no tus cartas, todo eso depende en gran parte de las otras personas que se encuentran en la mesa.
Cuando un jugador lograr un control “absoluto” de la mesa, ese nivel de interacción se ve coartado. En algún punto alguien podría plantear que esa búsqueda de mantener o romper ese control es parte del juego, y en términos generales estoy de acuerdo; el problema es, por ejemplo, en este caso, dos de las barajas se vieron completamente detenidas, y básicamente sus cuatro turnos finales fueron “Draw and Go”. Mi baraja los posiciono mas como espectadores del juego, que como participantes de este. La experiencia no fue disfrutable.
Entonces, cuando nos sentamos a pensar lo que nuestra bajara quiere lograr, hasta que punto queremos que su meta sea “controlar totalmente el juego, buscando asegurar el 100% de la victorias”, y hasta que punto somos conscientes de como esa decisión afecta no solo nuestro Deck, sino que potencialmente nuestra experiencia de juego, y la experiencia de juego de los que se sientan en la mesa con nosotros, y por extensión de la misma comunidad que queremos desarrollar. Es la idea de “Comunidad” precisamente el punto relevante al que la discusión debería llegar, una experiencia divertida o agradable, llama a buscar ser repetida, por lo contrario si jugar en una mesa contra 3 barajas que solo buscan controlar e impedir el juego del resto se vuelve una experiencia desagradable, lo normal seria que simplemente ya no busques sentarte a jugar. Esto puede terminar en comunidades mas pequeñas o divididas, y en esos momentos, todos los participantes pierden.
Ahora, esto no es un llamado a construir barajas “subpar”, de hecho, creo que uno de los mayores atractivos de commander es precisamente la posibilidad de jugar hechizos y criaturas de poder absurdo, que no se ven en otros formatos, especialmente cuando suceden esos turnos en cadena donde cada jugador parece jugar un hechizo absurdo tras otro, y vemos cambios brutales del estado del juego, uno tras otros. Vivir esas situaciones, es a mi gusto uno de los principales puntos a favor de porque jugar Commander. Pero precisamente, por eso el caso que planteo al comienzo me llamo la atención, en la mesa que tomo control Thada, lo que hice fue impedir totalmente ese disfrute a mis oponentes, y no creo que esa deba ser una meta de una baraja commander.
¿Qué opinan de este tema? ¿Toman en cuenta esto para armar sus barajas? ¿Son de los que buscan tener ese tipo de poder en las manos? ¿Han vivido alguna experiencia particularmente traumática a mano de algún comandante? Creen que existe un equilibrio posible entre la búsqueda de ganar y la busqueda de divertirnos? Comenten, conversen, debatan, y nos vemos en una próxima entrega del Laboratorio.
Saludos