Bitácora de zoólogo, día 7 de estudio de campo:
“Llevo ya siete días siguiendo la pista de estas huellas, no he hallado heces ni pelaje, sospecho que podría tratarse de un reptil, aunque el tamaño de las huellas me indica que debería ser un mamífero de gran tamaño, no es fisiológicamente posible que un reptil alcance las dimensiones ni el peso suficiente para poder dejar esta impresión en el suelo, por muy blando que esté después de la lluvia, aunque la ausencia de pelaje en el rastro se contradice con esta idea. Espero lograr encontrar la criatura”
Día 8 de estudio de campo:
“Anoche algo se acercó a mi campamento improvisado, algo demasiado sigiloso para que un oído inexperto lo distinguiera del sonido del viento, pero sentí la presencia, por la Diosa, me habría encantado tener esos hechizos que enseñaron en la Academia para detectar la presencia de otras formas de vida alrededor, pero estuve demasiado distraído dibujando bestias en esas clases. Hoy durante la mañana logré encontrar heces de algún animal de gran tamaño, la pila se componía de una mezcla de orina y fecas, por lo que sospecho que fue un ave o un reptil, estoy demasiado alejado de las fuentes de agua como para que se trate de un anfibio.”
Día 12 de estudio de campo:
“No pude dejar registro de los últimos tres días, el análisis de las heces que encontré hace cuatro días me dejó perplejo, el animal, cualquiera que sea, se alimenta de absolutamente todo, encontré trazas de maná, tierra, rocas, corteza de árboles, trozos de metal, muchos huesos de animales de pequeño y mediano tamaño y un fémur que me atrevería a decir que perteneció a algún guerrero felino… Urborg me asustaba de cuando pequeño, pero ahora me aterroriza.
Mientras realizaba mis análisis tuve la horrible sensación de que algo me acechaba, no pude oírlo y nuevamente lamenté no haber puesto atención en las clases de hechizos de detección, pero afortunadamente mi conocimiento en camuflaje me protegió, no he dormido bien los últimos días, mi campamento improvisado alrededor de las heces halladas se siente cada vez más peligroso y el miedo me paraliza y me acuesto sin dormir, rodeado por el poco maná rojo que puedo manejar para mantenerme caliente, aterrorizado de que algo sienta este calor y se acerque a investigar.
Ayer logré ver algo entre los arbustos, pude ver escamas endurecidas formando una coraza alrededor de la criatura, pero estaba de espaldas a mí, comiendo y no tuve el valor de acercarme para identificarla.
Hoy apareció de nuevo la criatura, se sentó frente a mi campamento, mirándome, las cuatro patas traseras flectadas hacia un lado, apoyando la incipiente cola sobre el suelo y con las dos patas delanteras jugaba con un trozo de metal que parecía sacado del hombro de algún phyrexiano (considerando que la invasión ya terminó hace suficientes años como para que algo como la unión metálica-carne de un phyrexiano se descomponga). La criatura contaba con una quijada cuadrada, un cuello bastante corto que hacía parecer que sus piernas delanteras estaban unidas a su cabeza en lugar de su tórax, la piel escamosa de un color verde grisáceo y algunos colmillos se asomaban hacia fuera de la boca cerrada, en la Academia nos hablaron de estas criaturas, pero nos informaron que sólo existían en Llanowar y estaban domesticadas por los elfos de Kelfae, y que eran mansas, pero esta no parecía querer domesticarse y veía el espacio camuflado donde yo estaba como si pudiera ver a través de mi engaño. No se acercó a mí, jugó con el trozo de metal un poco más, luego lo engulló y se perdió entre los matorrales, yo por mi parte, luego de superar el terror que me produjo, me mudé a unos trescientos metros del lugar del encuentro, jamás me arriesgaría a ser visto por eso de nuevo, pero mi formación en la Academia y mi orgullo me impidió salir de Urborg con un reporte incompleto de su fauna, tengo que seguir estudiando los comportamientos de estas criaturas, revisaré la bibliografía que me traje de la Academia hoy antes de dormir. Espero mañana poder ver sin ser visto.”
Día 13 de estudio de campo:
“Un Aven pasó volando cerca de mi campamento gritando ‘Kavú salvajes, tengan cuidado, repito, Kavú salvajes, tengan cuidado’, y me desperté antes de que amaneciera con esa advertencia, volví a leer lo que me quedé dormido leyendo anoche y efectivamente la criatura que vi se trataba de un Kavú, me advirtieron que quedaban muy pocos salvajes, tal vez algunos en Yavimaya o en Shiv, pero aquí en Urborg no deberían haber, por lo que me asusté aún más al escuchar al mensajero alado en la mañana. Durante el día conseguí terminar mis estudios bibliográficos, definitivamente no quiero encontrarme con un Kavú en la mitad de esta jungla muerta, pero por otro lado, no quiero dejar mi reporte sin terminar. Conseguí dejar algunas trampas de maná para atrapar la imagen de la criatura, una técnica muy útil para estudiar seres peligrosos que me enseñé a mí mismo en lugar de aprender los hechizos de sobrevivencia que enseñan en la Academia, el profesor Jodah estaría furioso si supiera que no sé cuidarme a mí mismo mientras estoy aquí en Urborg, espero que nunca lo sepa, podrían echarme de la Academia antes de que consiga mi título de Zoólogo.
Durante la tarde, mientras instalaba las trampas me tropecé con un grupo de cazadores, dos guerreros felinos y un humano que estaban buscando a uno de sus compañeros que había desaparecido mientras intentaban capturar una sierpe para exhibir en Nueva Benalia por algo de dinero. Tuve que decirles que encontré el fémur de su amigo entre las heces del Kavú que me estaba siguiendo, al parecer no quisieron seguir con la búsqueda y se marcharon de inmediato en dirección a la costa. Mientras recuperaba mi camino de investigación oí los pasos fuertes del Kavú detrás de mí, intenté al máximo no voltear, pero la curiosidad me superó y miré a la bestia directamente a los ojos, afortunadamente era un Kavú pequeño, no creo que superara los cien kilogramos de peso, ni los dos metros de largo, mi formación me tenía preparado para superar amenazas de ese tipo y utilicé un poco de magia para quemar la mente de la criatura, dejándola inconsciente sobre el suelo, ideal para estudiar su cuerpo por fuera sin causarle daño permanente: su cuerpo estaba compuesto por una estructura ósea resistente, sus seis patas iguales terminadas en pezuñas de cuadro dedos y base plana le permiten soportar su peso de manera bien distribuida sin que le cause daños a su esqueleto, la piel estaba recubierta de escamas y sobre el lomo la densidad de escamas formaba una coraza similar a las corazas quitinosas de los insectos, pero aún más dura y resistente, en el hocico pude observar que presentaban una única fila de dientes en la mandíbula superior, en su mayoría colmillos, pero con muelas fuertes hacia el interior, la mandíbula de abajo era similar, pero faltaban algunos dientes, por lo que probablemente no era un ejemplar saludable, la lengua presentaba escamas, al igual que la piel, y al intentar tocarla me quemé, es posible que tengan maná imbuido en su torrente sanguíneo que les permita tener una temperatura corporal interna que quemaría a cualquier otra especie.
Dejé que el animal se recuperara y esperé a que se despertara, no quería que alguna otra bestia consumiera a un animal vivo y éste me pertenecía, era mi objeto de estudio y no la merienda de otro. Desde una posición segura e invisible gracias a mis capacidades de camuflaje, observé cómo el animal se levantaba y se tambaleaba en un lento despertar de vuelta a su vida normal, satisfecho con lo observado volví a mi campamento improvisado sin dejar rastros de mi presencia.”
Día 14 de estudio de campo:
“Mis trampas de maná capturaron imágenes del Kavú, al parecer es un solitario, rara vez se observan Kavú solitarios, pero este debe ser uno de ellos, mis trampas lo confirman y la forma y distribución de sus huellas también. Hoy caminé de vuelta a la costa, donde dejé mi bote para navegar a Bogardan y seguir con mis estudios allá. Mientras esperaba las condiciones óptimas de la marea para navegar, me dediqué a recopilar información de los Kavú, gracias a la Diosa que traje mi orbe de información para poder conversar a distancia con Jakol en la Academia para que me leyera, ese tipo siempre ha sido mi salvavidas y esta vez no es la excepción.
Gracias a Jakol supe que los Kavú participaron en la guerra de la invasión phyrexiana, devoraban todo a su paso, en un comienzo se alimentaban de las tropas invasoras como si éstas estuviesen diseñadas para su estómago, luego empezaron a consumir a los dominarianos también, debe haber sido terrorífico encontrarse en una guerra en la que peleabas por un bando que te consumía, pero era el destino de Dominaria el que estaba en juego, y servir de alimento era una noble manera de aportar a la causa, o al menos así lo decía Jakol. Hoy en día los Kavú existen salvajes, se encuentran en Yavimaya, Urborg, Shiv y Llanowar, y por lo que nos ha enseñado el maestro Jodah de sus amigos caminantes de planos, ninguno ha visto Kavú fuera del plano de Dominaria, son una especie única en el multiverso que sólo se ha encontrado aquí y en ningún otro plano conocido, me siento tan afortunado de existir en este plano para poder estudiarlos… y aterrorizado de poder ser devorado por ellos. Jakol también me comentó que algunos Kavu tenían alientos ardientes (Firescreamer) o lenguas de fuego en lugar de lenguas de carne (Flametongue Kavu), lo cual me hizo entender por qué el que yo encontré tenía la lengua ardiente, debe haber sido uno de ellos. Lo que me comenta es que antes de la invasión phyrexiana, los Kavú no aparecen mencionados en ningún libro de historia, ni de los que él conoce ni de los que nadie en la Academia conoce por lo que estuvo averiguando, simplemente aparecieron durante la Invasión, dicen que Urza sabía de su existencia, pero que no quería despertarlos porque eran más una amenaza que una ayuda, pero la mismísima Diosa, Gaia lo convenció de que los despertara con la ayuda de Multani para hacerle frente a los phyrexianos y la amenaza que ellos traían, originalmente los Kavú aparecieron en Shiv y en Yavimaya, siendo estos últimos los más fuertes y los primeros en despertar y de los primeros de los que se tiene registro, fue cuando Multani transportó parte de Yavimaya hacia Urborg para la guerra de la Invasión que llegaron los Kavú aquí, y supongo que si la Diosa los solicitó despiertos, entonces son parte importante de nuestro mundo, quién sabe, tal vez podrían hacer algo más que servir de ganado o bestias de carga para los elfos de Llanowar, volviendo a la Academia le propondré a los profesores que me permitan obtener uno para domesticar y estudiar en cautiverio, seguro estarán felices con la idea.”
Día 15 de estudio de campo:
“La marea no mejoró ayer, ni hoy tampoco, aproveché el tiempo para moldear la arena de la playa con formas de las bestias que he estado estudiando, mientras me entretenía en mis tonterías, una criatura se me acercó, definitivamente era un Kavú, pero tenía cuatro patas en lugar de seis y si no hubiese sido de día no lo habría visto, al parecer algo de su piel era capaz de absorber toda la luz a su alrededor y venía huyendo de un fulgor brillante que no pude ver hasta que mi nuevo acompañante se lanzó al océano y se perdió en el oleaje (Amphibious Kavu), entonces volteé a ver qué era el fulgor que lo perseguía y noté que ya no brillaba tanto y se trataba de otro espécimen de Kavu (Radiant Kavu) que al parecer tenía la capacidad de generar destellos de luz como medida de protección, afortunadamente no me había notado, por lo que saqué mi kit de camuflaje de mi mochila y lo apliqué rápidamente para no ser visto. Durante la tarde, las condiciones de la marea mejoraron y pude viajar a Bogardan, ahora estoy sentado junto a mi fogata sin necesidad de utilizar camuflaje, aquí los elementales salvajes y los pocos dragones ya me conocen y no me consideran una amenaza ni un bocadillo, descansaré tranquilamente hasta recuperar el aliento del encuentro con los Kavú Yavimayanos de Urborg.”
Los Kavú son un tipo de criatura muy variado, en su mayoría tienen cartas que no son muy utilizadas en Commander, pero varias nos marcaron a quienes jugamos tipo 2 durante el bloque de Invasión, sobre todo aquellos que jugábamos con rojo y teníamos cuatro copias de Flametongue Kavu, un removal con cuerpo de 4/2 siempre ha sido bienvenido, aunque costara 3R. Hoy con el lanzamiento de Modern Horizons tenemos a Morophon para armar un tribal Kavú, ¿lo armarías? ¿cómo lo armarías? Cuéntanos tu experiencia con los Kavú y si tienes un decklist para compartir con nosotros, recuerda que lo puedes subir a la sección “Participa”.
Así que sin más que decir me despido en esta ocasión, recuerden que nos pueden seguir en nuestro fan page de facebook, también en nuestro twitter, Instagram, patreon y también en nuestro canal de youtube donde siempre hay novedades.