Todos tenemos un motivo por el cual nos encanta Magic. A algunos les gusta competir y demostrar en cada fecha ser el mejor jugador de la escena. A otros jugadores les encanta la sensación de lanzar poderosos hechizos que den vuelta la partida de formas brutales, como pueden ser una Elesh Norn, Grand Cenobite o uno de los titanes Eldrazi. Hay gente que más que jugar, le gusta coleccionar las cartas por su arte y su historia y se ven cada vez más inmersos en el nutrido universo narrativo de la obra magna de Richard Garfield, Ph.D..
Commander no es la excepción a la regla, puesto que todos hemos entrado a este formato por algún motivo en específico. Si bien es cierto, es un formato pensado para el juego casual y divertirse con jugadas alocadas incompatibles con otros formatos más rápidos, no está exento de jugadas que harían sonrojar a cualquiera por lo grotescas que pueden llegar a ser. Hay incluso personas que desarrollan teoría competitiva con este formato para así poder tener comandantes muy difíciles de derrotar y que sean un desafío tremendo. Esta misma página es un ejemplo de ello.
Pero detrás de cada jugador de Commander se esconde una motivación mucho más profunda: resulta que la razón más básica que tenemos casi todos para jugar el formato es que, dicho en buen chileno, nos gusta mucho el hueveo. Y Commander es precisamente eso.
Commander es donde se ve el lado más casual y más básico del Magic. Ese donde no interesa si un mazo está lleno de staples y de cartas soñadas, sino de que todos los integrantes de la baraja cumplan la función de proteger y de hacer que nuestro líder, nuestro comandante, nuestro caudillo en furia vengadora, se encargue de limpiar la mesa y de castigar a todos aquellos que osen quitarnos nuestros puntos de vida. Cartas que no tendrían ni una oportunidad de triunfar en otros formatos o incluso cartas de un pasado sumamente distante aquí son verdaderas Rock Stars debido al poder que los otros formatos no le permiten aflorar. Un caso muy decidor de esto es el acelerador Gilded Lotus.
Es también donde se suelen dar muchísimas tallas e incluso una camaradería que pocas veces se da en la seria y pulcra escena competitiva. La gracia es divertirse y hacer que la mesa sea un momento de locura y de ver como cuatro personas totalmente dispares ven un enorme abanico de posibilidades para hacer ese combo poderoso o top deckear aquel removal que lo salvará del desastre. Jugar contra tres personas a la vez te hace considerar que algunas decisiones pueden tener un efecto más potente del que uno piensa.
En Commander se dan muchas situaciones casi políticas en pos de la victoria. Alianzas y pactos aciagos, enemigos públicos de la mesa y gente que usa el subterfugio para poder evitar el fuego cruzado. Desde mazos que juegan a dar recursos constantes a la mesa para poder comprar la conciencia del rival, hasta mazos que manipulan totalmente los recursos de los jugadores para salvar su propio bienestar. Commander puede decir mucho de cómo reaccionaría una persona al momento de tener poder.
Pero lo más importante, es que Commander es el formato donde se ve el público que generalmente es la mayoría silenciosa de este juego: el público que ve Magic solamente como un mero pasatiempo y algo con lo cual pasar el rato. Es la misma gente que le pone el sobrenombre cariñoso de “Tommander” al formato. Son aquellas personas para las cuales la competencia pura y dura tal vez no significa nada. Ellos son felices compartiendo unas carcajadas al son de la buena música, unos cuandos Cyclonic Rift y un Mimic Vat listo para repartir nalgadas. Agregar a la escena por supuesto, bastantes cigarros de dudoso contenido además de cosas para picar y unas cervezas heladas.
La mayoría de la gente que consume Magic: The Gathering es aquella que prefiere jugar en la mesa de la cocina americana y no preocuparse mucho de conceptos tan ajenos como “Metagame” o “Pro Points”. Es el verdadero pueblo dentro de este país llamado Magic. Commander fue apoyado formalmente por Wizards of the Coast para precisamente ese tipo de personas.
Siempre hay espacio para más gente que quiere unirse a la fiesta popular del Commander. ¿Por qué no vienes un rato con nosotros a echar la talla?
¡Te esperamos!
– Ricardo Arredondo
Jugador de MTG desde hace aproximadamente 9 años. Coleccionista de comics y mangas de drama, horror y política. Actualmente escribe desde una clínica de rehabilitación para adictos al Overwatch.