¡Hola a todos! Hoy quiero traer a colación un tema sensible para jugadores, tiendas organizadoras, nuestros bolsillos, y en algunos casos, nuestra moral: el uso de proxies en Commander, casual y competitivo.
No es un tema controversial, y hasta ahora no es una epidemia ni un problema generalizado, ni nada por el estilo. Pero es interesante conocer la opinión de algunos jugadores y de algunos dueños de tienda y observar ideas tan contrarias y extremas al respecto. Tratare de ser lo más ordenado posible para aglomerar estas opiniones en ideas concretas, y ver si al final de esta columna más de algún lector termina con una opinión más formada. Y por supuesto, invitamos a compartir y comentar estas palabras.
Proxies en competitivo
Quiero partir hablando de proxies en competitivo, primero porque puedo revisar listas con precios en tappedout y similares, y segundo porque los proxies habilitan a jugadores acceso a cartas que les permitirán jugar en el entorno.
Consideremos que jugar competitivo implica poder maximizar las oportunidades de ganar de un mazo, y minimizar sus riesgos y desventajas. Esto significa jugar con la mejor versión de cada habilidad y efecto posible. En vez de Diabolic Tutor, Demonic Tutor. En vez de Evolving Wilds, Scalding Tarn. En vez de Shockland, Dual ABU. En algunos casos querremos jugar con múltiples versiones del mismo efecto (jugar ambos tutores), pero siempre vamos a elegir el más eficiente primero. Si estamos de acuerdo con todo esto, podemos seguir el discurso.
Todo esto sale sobre 2.000 USD. Y yo juego 5c. ¿No habrá algo mejor?
Si revisamos listados de mazos tier 1 y 1.5, podemos ver que los precios fluctúan entre los mil dolares hasta los cinco mil y subiendo. Consideremos que vivimos en un mundo sujeto a “SCG Dolar 600” y nuestro poder adquisitivo es inferior al del jugador promedio americano, y tenemos una situación “pay-to-win”. Si queremos jugar competitivo, pero tenemos cuentas que pagar, armar un mazo de un millón de pesos no es exactamente factible para el jugador común, no en el corto plazo. Pero sí lo es para un segmento de los jugadores que, por más de alguna razón, pueden darse ese gusto, y participar del entorno competitivo.
Si la competencia la definimos por la comparación de habilidades entre jugadores, entonces el precio de entrada no debería ser factor. Entre dos tenistas, no gana el que tiene la raqueta más cara, ni la tenida de marca. Es verdad que MTG tiene un factor suerte, pero por algo a nivel competitivo de T2 y Modern en general se ven los mismos rostros profesionales, algunos que perduran hasta llegar al salón de la fama. En commander es la misma idea: dos mazos idénticos, piloteados por dos jugadores van a llevar a distintos resultados, hasta que se note la clara distinción de habilidad.
Enter the proxy. Con esto es posible participar de forma más asequible en el entorno competitivo, convirtiéndolo en un igualador. Los beneficios son claros en este aspecto, cada participante es libre de armar un mazo a menor costo, probarlo en la escena competitiva, y cambiar de opinión al revisar su desempeño, u “oficializarlo” adquiriendo las cartas originales. Los costos no son tan claros. Para quienes usan proxy no hay un costo real, pero existe un “costo moral” para quienes se enfrentan a estos jugadores. Ellos adquirieron las cartas reales, pagaron por ellas su precio real, y más de alguno ve minimizado su esfuerzo y gasto cuando ven a otros jugadores en la mesa con cartas falsas. También hay un costo para los dueños y organizadores de tienda: Más de alguno mantiene que los proxies no son legales en torneos sancionados, así que los prohíben. Otros los prohíben a menos que haya muestra del original en sitio (en carpeta, en otro mazo…). El costo para ellos puede ser sanciones por parte de WotC, o una mala imagen publica de la tienda, o incluso posibilidad de ventas dentro del negocio: la idea de que si juegan cartas falsas que ellos podrían vender, están inhabilitando esa venta. Esto ultimo es solo un supuesto mío, sin ninguna base, pero me gusta especular.
Al final, estos jugadores tendrán que revisar con los eventos y tiendas en cuestión y determinar si vale la pena proxear o no las cartas de alto impacto.
Proxies en casual
Los proxies en el entorno casual están regidos completamente por las circunstancias. Casi no existen costos para aquellos que entienden Commander como el formato casual por excelencia. Por otro lado, los beneficios son tangibles: pagar 100 usd por una Mana Crypt es un acto honesto, pero luego pagar el minimo necesario en proxies de la misma carta para armar nuevos comandantes es sentido común. Aquellos que se frustran porque su amigo juega con un papel partido que dice “Cuna”, sobre una carta invertida, lo hacen basado en ese mismo sentimiento de moral superior sobre su colección: de alguna manera, que alguien juegue algo falso, los minimiza.
No hay una solución 100% efectiva. Solo queda simple comunicación: hablar con el grupo de amigos, explicar la situación financiera, la lógica detrás, y lidiar con cualquier persona que tenga un problema con la idea de enfrentarse a un mazo con proxies, independiente de si el dueño tiene o no la carta original. Finalmente, en este ambiente es importante entender que la diversión prima por sobre este tipo de discusión, y debería ser lo primero que se resguarde.
Ultimas consideraciones
Independiente de si es correcto o no jugar proxies en eventos sancionados, o si deberían ser un remplazo práctico en la mesa de los viernes, siempre hay que tener presente la posibilidad de que ciertos proxies pueden terminar en el mercado secundario, afectando a los jugadores negativamente. Si alguno decide ir por el camino de proxies de buena calidad, los instamos a conservar las cartas el mayor tiempo posible, y evitar que terminen circulando en transacciones, aunque sea por buena fe.
Los proxies pueden ser una solución práctica y barata para los jugadores con escasos recursos, permiten duplicar copias existentes para tenerlas en múltiples barajas, o probar una carta como parte de una nueva estrategia. Hay que tener claro las reglas del juego, y asegurarse que estas copias sean legales en el evento donde uno esté participando. Y recordar el peligro de engaño que hay en el mercado secundario, si llegasen a filtrarse como una copia real, por lo que deben manejarse con suma responsabilidad, para uno mismo y para los demás.
– Makuin
¿Que creen uds? Los invitamos a opinar en los comentarios