Unstable: lo que nos recordó y dejó
En lo personal Unstable fue las mejores sorpresas del año. La disfrute más que cualquier otra edición, no solo por el draft y los dos sellados que tuve la oportunidad de jugar, sino que también por la frescura, la locura y la diversión que le otorgó a las partidas de Commander a mi grupo de juego.
Como quisimos jugar con la edición, dentro de mi grupo, algunos armaron Comandantes con las legendarias de la edición, otros formaron mazos más casuales introduciendo estas cartas o simplemente agregaron las cartas a sus mazos casuales.
Unstable vino a recordarnos algunas de las razones por las que jugamos Magic, en especial Commander: a saber, para divertirnos, disfrutar y sobre todo para juntarse con los amigos. Esas razones se van perdiendo según vamos avanzando y adentrándonos en el juego/formato. La competitividad y el querer ganar lo antes posible va generando estrategias que de a poco van transformando los juegos en algo más monótono y repetitivo (en especial con el uso de tutores), bajando los niveles de interacción con la mesa y una disminución sustantiva del juego de cartas más “entretenidas”.
La edición me hizo dar cuenta que cada vez más seguido, con mi grupo de juego, cuando nos juntamos optamos por jugar con los mazos más casuales Tal vez esa competitividad que en algún minuto nos llevó a perfeccionar cada detalle de nuestros mazos, se trasformó en un tedio/contra impulso que nos ha llevado a extrañar o querer disfrutar el formato como lo hacíamos antes, con escenarios absurdos, interacciones que nos sacan más que alguna carcajada, situaciones inverosímiles que se dan en tanto en tanto. Unstable nos hizo recordar los inicios.
Se acerca el 15 de enero y Unstable dejará oficialmente ser parte de Commander. A pesar que me gustaría que se quedará, como una fuerte señal de que él formato en sí es casual y busca la diversión, dudo que lo haga. Pero esa es la gracia de este formato, nos empodera a las comunidades, por tanto el llamado es a ustedes a mantener vivo Unstable dentro de Commander, mi grupo de juego ya decidió dejarlo.
Si tuviese que elegir los mejores momentos que me tocó ver con esta edición en juegos de commander, serían lo siguiente:
- Ataqué con un Mimeoplasmo inbloqueable 21/21 al último jugador vivo en la mesa que solo tenía un Sol Ring enderezado. Yo ya estaba dándole la mano cuando gira su sol ring, sonríe y de debajo de una tierra básica muestra un Entirely Normal Armchair. Adiós Mimeoplasmo, adiós wincon.
- De la mesa del al lado me llaman, quedaban dos jugadores el jugador n°1 jugando Ur-Dragon y el jugador N°2 un Omnath, Locus of Rage. N°1 en su turno había barrido la mesa y había puesto 5 o 6 dragones que el próximo turno arrasarían con N°2. Este último sin mano, topdeckea Kindslaver y me llama a mí. Como ambos jugadores son de mi grupo frecuente de juego conocía a la perfección ambos mazos. Veo la mano de N°1 y juego Demonic Tutor en búsqueda de Crux of Fate y elijo destruir todos los dragones. A veces hay que ver el mundo arder.
- Mesa de a cuatro, tres de los jugadores estábamos jugando decks casuales basados en control, tercer jugador tenía un mecanismo para generar mana infinito que no le servía de nada, debido a que le borraban la mesa o le contrarrestaban todo. Los jugadores control empiezan a eliminarse entre ellos, sin prestar atención al que podía generar mana infinito porque estaba al topdeckeo y fuera del juego. Jugador N°1 queda eliminado y jugador N°2 elimina a jugador N° 3, quedando con todas sus criaturas tapeadas pero con todo su mana disponible, dentro de esas criaturas tapadas había una Glen Elendra Archmage por si acaso y en la mano dos contra hechizos. Jugador eliminado roba Masterful Ninja, lo muestra de la mano, por tanto está en la mesa y en su mano al mismo tiempo, no se puede contrarrestar, genera maná infinito, lo infla y va al ataque, ganando.
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